Este año noviembre se presenta como un mes de cambios. Cambios esperados, apuntados en el calendario desde hace tiempo, que vienen con mucha ilusión y esperanza aderezados de un poco «que sea lo que tenga que ser» y «que venga lo que tenga que venir». Cambios que también veréis por el blog y que van a afectar concretamente a esta sección, pero tranquilos que tendréis decálogos para rato… solo que de forma distinta. Ya os contaré.
Mientras tanto, vuelvo a rescatar a mi Chica de Octubre para traeros una dosis de renovadoras brisas otoñales (casi invernales) con este decálogo cargado de nuevos descubrimientos cinéfilos, musicales, lectores, y culinarios entre otros para que juntos me sigáis acompañando 30 días más.
¿Comenzamos?