No quería, o mejor dicho no esperaba, hacer una segunda parte de «fuiste tú quien robó mi mes de abril» , pero me he dado cuenta por vencida y he asumido que los meses de abril jamás me van a pertenecer.
Conocí a mi segundo mes de abril en marzo, por casualidad y sin pensar que algún día llegaría a ser el protagonista de estas líneas.
Como todos los comienzos, el nuestro fue bonito y sencillo. Recuerdo nuestra primera cita en un bar pequeño, de los de “toda la vida”, que tan solo tienen una barra y un par de mesas siempre ocupadas. Fue allí, en una tarde de marzo donde intercambiamos las primeras sonrisas, cervezas y miradas. Me desarmaste con tu sentido del humor y con tu naturalidad, lograste hacerme llorar de la risa y me volviste a ilusionar a través de tus amaneceres; era como si nos conociéramos de toda la vida, bueno como si tú me conocieras de siempre.
Nunca tuve secretos para ti, me leías como si fuera un libro abierto, y aunque esa sombra del pasado seguía en mi cabeza tú me ayudabas a hacerla desaparecer cuando estábamos juntos al igual que yo ahuyentaba a tus fantasmas.
Fue entonces cuando, desde la distancia, me dijiste por primera vez que me querías. Fue entonces cuando nuestra historia se empezó a torcer, cuando te enamoraste de mi.
Era una noche de abril. Yo había salido con mis amigos y tú con los tuyos, aunque cada uno en una ciudad distinta. Supongo que esa noche ambos bebimos más de la cuenta. Tú por mi silencio. Yo por tu declaración.
¿Por qué no podía corresponderte? Me gustabas, de verdad que si, pero no pude enamorarme de ti. Y el hecho de saber que tú si hizo que me nos perdiéramos antes de tiempo.
Mentiría si te dijera que no pensé en darnos una segunda oportunidad en esas noches de ausencias y amaneceres perdidos. Pero mayo se acercaba y comprendí que esta vez fui yo la que te robó el mes de abril.
«Que ser sensible no es lo mismo que ser frágil. Que enamorarse no es perder el juego. Que la ilusión es peligrosa porque te infla como un globo, pero el miedo lo es porque te deja sin aire». -Tejetintas.
-Ara.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License.
Reblogueó esto en Apenas un instante.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pingback: Querido Abril. | La Chica de Octubre.
Pingback: Fuiste tú quien robó mi mes de abril. | La Chica de Octubre.
Pingback: Querido Julio. | La Chica de Octubre.
Pingback: Fuiste tú quien robó mi mes de abril III. | La Chica de Octubre.
Pingback: Decálogo de Abril 2.1 | La Chica de Octubre.