Decálogo de Octubre 2.0

No es un secreto que Octubre es mi mes favorito y fuente de inspiración constante para este blog. Sin embargo, en los años que llevo por aquí nunca lo he homenajeado como se merece… pero eso este año va a cambiar.

A lo largo del decálogo iréis descubriendo la pequeña sorpresa que se me ha ocurrido hacerle a mi querido mes, a la par que aprovecho para darle la bienvenida oficial al otoño y a todas las lecciones que nos trae.

Y no digo nada más que se me escapan las noticas y os estropeo el placer de descubrirlas por vosotros mismos con su lectura.

1.- Una canción.

Este mes me salgo de mi registro habitual y os comparto uno de mis videos recopilación de música clásica que me gusta ponerme cuando tengo que realizar tareas más mecánicas y latosas ya que yo nunca he sido, ni lo sigo siendo, capaz de estudiar con música.

Sin embargo he descubierto que beneficia enormemente mi capacidad de concentración ¿vosotros lo habéis probado? Contadme vuestras experiencias, recomendaciones y compositores favoritos (si es que tenéis).

2.- Una película.

La nueva obra maestra de Christopher Nolan, Tenet que a pesar de no ser mi género favorito de películas me sorprendió y me cautivó de tal manera que ha pasado a estar en mi top 10 de películas favoritas.

Sin embargo no sé muy bien como hablaros de ella, sin incurrir en el famoso spoiler. Tan solo os diré que se trata de una película de acción en la que debéis estar super atentos desde el minuto inicial, fijaros en cada detalle por muy simple e irrelevante que os parezca y sobretodo id con la mente muy pero que muy abierta para comprender los giros espacio temporales con los que se juega. Yo he de decir que me siento bastante orgullosa ya que logré comprender la película a la primera ¿a vosotros os pasó lo mismo?

Os dejo linkeada la que a mi me parece la mejor crítica que se ha hecho del filme para que juzguéis por vosotros mismos.

3.- Netflix.

Este mes no he sido mucho de series por lo que os traigo otra película que me ha encantado y que podéis encontrar en la plataforma Netflix: la recién estrenada Enola Holmes.

Confieso que la vi sin expectativas e incluso sin muchas ganas pero ha terminado ganándose un hueco en mi corazón durante este pasado mes. En mi opinión el éxito de Enola reside en la forma en la que se nos cuenta al espectador haciéndonos partícipes directos de la historia como un amigo más de la protagonista. Además de que a pesar de aparecer el mismísimo Sherlock Holmes (Henry Cavill), este queda relegado a un papel bastante secundario, evitando de este modo eclipsar a los dos fuertes personajes femeninos sobre los que gira la trama: Enola (Millie Bobby Brown) y su madre (la polifacética Helena Bonham Carter).

Os dejo a continuación con el trailer para que veáis de lo que os hablo.

4.- Un libro.

Como veis el reto #12libros12mujeres me tiene enganchada con las propuestas mensuales del blog A merendar con mamá y en esta ocasión se complica la cosa ya que me toca descubriros una novela gráfica escrita e ilustrada por una mujer.

Os he de confesar que desconozco bastante de este género por lo que me he tenido que poner a investigar para descubrir la que creo es la más conocida del mundillo: Persépolis de Marjane Satrapi. He leído que se trata de una historia autobiográfica sobre cómo creció en un régimen fundamentalista islámico que la acabaría llevando a abandonar su país.

El cómic empieza cuando la escritora tiene diez años y es testigo del final a más de cincuenta años de reinado del sha de Persia en Irán, lo que da paso a una república islámica. Su educación es bastante diferente a la del resto de los niños por haber sido educada al estilo occidental dentro de una familia de clase alta, con inquietudes intelectuales y por unos padres partidarios del islamismo moderado. Conforme va creciendo se va dando cuenta que el nuevo régimen islámico por el que lucharon sus padres ha caído en manos de los integristas y que no trae consigo nada bueno.

Y así termina el primero de los cuatro álbumes que componen Persépolis, abordando en sus siguientes tomos la guerra entre Irán e Irak a mitad de los ochenta, el periodo en que emigra a Austria de 1984 a 1989 y finalmente  su regreso a Irán, una época en que realiza sus estudios de bellas artes.

5.- Una palabra.

Ikigai es un término japonés que no tiene una traducción exacta al español aunque el significado que encierra es demasiado especial como para no encontrarle una posible traducción por lo que se habla de «tener una razón por la que vivir».

6.- Una reflexión.

Tenía pensada compartiros una reflexión bien distinta este mes. Pero la reciente entrada de mi compañera Yaiza del blog El pensadero de Yai, sobre una nueva normalidad alternativa me ha dado mucho en que pensar.

Como le comuniqué a la autora, considero que es un mensaje muy importante en los días en los que nos encontramos, sorprendiéndome la claridad y fuerza de su mensaje.

Espero que lo leáis y que entre todos podamos abrir un debate sano.

Si cada uno estableciera un camino acorde a su manera de vivir y a sus ideales, a lo mejor la norma sería menos común, y lo común sería la no norma.

7.- Una iniciativa.

A principios del pasado mes de septiembre, me surgió la oportunidad de participar por Instagram (ejem si no me sigues por aquí te dejo mi cuenta @lachicadoctubre ya que otro de mis propósitos es estar más activa por ahí) de esta propuesta para, entre todos, ganar visibilidad y conocer perfiles similares a los tuyos.

¿Os gustaría que hiciéramos algo similar por aquí? ¿O preferiríais que se hiciera mensualmente por Instagram? Dejádmelo en comentarios y entre todos montamos algo.

8.- Un (re)descubrimiento bloguero.

Desde que empecé mis andanzas por este blog, siempre ha estado presente una bloguera a la que admiro muchísimo y con quién tuve el reciente honor de crear este relato a cuatro manos: Vivencias encadenadas.

No hace falta decir que soy una incondicional de todos sus escritos pero hoy es un día especial ya que ha decidido volver a la plataforma WordPress con su nuevo blog Historias de Reyes. Os animo a que la sigáis porque sus textos al igual que ella son luz propia. ¡Bienvenida de nuevo Mònica!

9.- Enseñanzas de Octubre.

Y aquí está la sorpresa de la que os hablaba al inicio del decálogo y es que durante todo este mes de Octubre voy a estar compartiendo diariamente tanto en Twitter como en Instagram una enseñanza/reflexión que me ha ido brindando este maravilloso mes a lo largo de los años. Mi usuario es @lachicadoctubre en ambas redes sociales, y os espero por ahí con los brazo abiertos.

10.- Una receta.

Empiezan a sentirse las primeras pinceladas del otoño y apetece algo más calentito para llevarse al cuerpo. Por eso os traigo una receta de tradición familiar: Migas con chocolate.

Dependiendo de vuestra región y costumbres habréis oído hablar de este plato que tienen tantas recetas como abuelas cocineras. Yo os voy a contar la versión que siempre me han dado a probar en casa, aunque antes de ello os voy a poner un poco en contexto general.

Las migas o «migas de pastor» fueron en sus inicios el alimento base del gremio de los pastores para aprovechar los restos del pan que sobraban del día anterior. Como ya he mencionado anteriormente no hay una única forma de realizar el plato, por lo que admiten acompañamientos tan dispares como longaniza si las queremos saladas o chocolate si somos más golosos. Y contrariamente a lo que pudiera parecer, este hecho las ha convertido en un plato muy típico español.

Se podrían enumerar distintas clases de migas: como las manchegas elaboradas con pan muy duro, ajo, aceite de oliva, embutidos, bacon y otros ingredientes. Las aragonesas hechas con pan duro, bacon, chorizo, ajo, cebolla, pimentón, etc. y servidas con uvas. Las andaluzas por ejemplo se acompañan con bastantes verduras. Y así podríamos enumerar muchas más.

En cuanto a la receta que nosotros realizamos empleamos: migas de pastor preferiblemente compradas en tahonas, aceite de oliva, ajo, cebolla, patata y sal.

Y el procedimiento a seguir es el siguiente: Se humedecen las migas con mucho cuidado ya que si se mojan demasiado quedan «maseta» y si somos poco generosos nos saldrán secas, por lo que este paso es el más importante. A continuación en una sartén vertimos abundante aceite y salteamos el resto de ingredientes. Cuando los veamos que empiezan a coger color unimos las migas a la mezcla y a revolver todo el rato hasta que veáis todo el aceite consumido y las migas doraditas.

Después y dependiendo de si las queréis tomar dulces o saladas es cuestión de unir los complementos. En el caso de saladas a mi me gustan con longaniza pasada previamente por la sartén y uvas, aunque muy de vez en cuando también le añadimos un huevo frito (como podéis apreciar es una comida muy contundente). Y si las queremos con chocolate no le añadáis nada más. Haceros un bueno chocolate a la taza y os las tomáis como si fueran cereales.

Sé que a muchos de vosotros os sonará raro, pero os prometo que le da un toque espectacular. ¿Conocías este plato? Me interesa un montón conocer vuestras variaciones.

-Ara.

P.D: El primer Decálogo de Octubre.

P.D.2: Una historia de Octubre: Deseos de sueños imposibles.

P.D.3: Consigue el calendario mensual del curso 2020-2021 aquí.

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