Ay el otoño, estación que este año ha remoloneado un poco pero que ya tenemos aquí para vivirla plenamente con sus características hojas marrones que visten los suelos de nuestras ciudades, brisas que nos hacen desempolvar cazadoras y mangas largas, así como gabardinas y botas de agua para disfrutar de las lluvias tan necesarias y ansiadas.
Confieso que he también disfrutado de este cálido veranillo de San Miguel tardío y largo, pero que a su vez, me ha hecho ver las ganas que tenía de la llegada de mi querido octubre. Sigue leyendo