Querido Romeo.

Querido Romeo:

Han pasado años desde que te conocí, pero aún más desde que ya hablara de ti sin aún haberte puesto apellido. Fue un 14 de febrero, lo recuerdo bien porque gracias a mi manía costumbre de escribir mis pensamientos, decidí hacerte protagonista de mis letras.

Tu carta nació después de una de esas charlas sinceras y a corazón abierto que solo se tienen con tu amiga del alma, promocionadas por una cerveza de más. Cerveza, que meses más tarde nos haría coincidir… pero no quiero adelantar la que es nuestra historia, aún no es el momento, porque antes te quiero hablar de esa Chica de Octubre que vivía atrapada en un febrero constante.

Sigue leyendo